Se puede dividir en interiorismo residencial o comercial y, en ambos casos, se refiere a la intervención del espacio para ser transformado. La diferencia está en qué tipo de ambiente es el que va a cambiar.
La forma de llevar a cabo la transformación del espacio es mediante un análisis minucioso del mismo, considerando la función y las necesidades requeridas, el entorno, la ubicación, la luz natural y el estado de cada área, para diagnosticar la mejor forma de diseñar y optimizar los recursos con los que se cuentan. El diseño de interiores implica una propuesta de distribución del espacio, diseño de mobiliario a la medida, propuesta de color y acabados, iluminación decorativa, ornato y todos los elementos que visten un espacio, en este caso no se interviene con la estructura o las instalaciones del inmueble.
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